Fotopostal: Verónica Lis

Un big bang explotó cual remolino acuático en mi entrecejo

derritió las voces selladas por el instante

te arrancó de nuestras vidas.

Un big bang explotó versos de ciervo y fábulas sumergidas

en la fuente amada

en tus ojitos de sésamo;

un big bang navega el mar muerto

suelta los cantos en la voz de la esfinge

me dice:

Hay secretos y umbrales de ausencias

que te devuelven hacia adentro

con la garganta inflamada de silencio

con agua guardada

nadando el todo

alzando una nueva barca

ante el diluvio del duelo,

para aguardar junto a Caronte

lo etéreo transcurrido en oración.

En este big bang aguavientado

reventando la cordura,

en sus orillas de hielo

bañas tu hermosura poEMMA de nuestras vidas,

nos regalas la melodía de tu presencia

atraversada por el desconcierto de tu partida

y la llegada de temporarias en tu poética de lumbres.

Un big bang en este espacio vacío,

zanja el río del duelo, las cicatrices del alma

y las hunde en la cueva del minotauro

con su sueño de luna en Petra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *