Comparto con gratitud los comentarios de mis amigos y colegas escritores Homero Carvalho y Gigia Talarico; los mismos acompañan el poemario junto a las ilustraciones de mi compañera de vida, Verónica Lis.
El poemario se titula Incendio en el agua y ha sido editado por Editorial 3600. En las fotos están amigos, familiares y escritores.
Claudia Vaca, prolífera poeta y gestora cultural, de nuevo nos sorprende, esta vez con Incendio en el Agua, poemario que trabajó en los últimos dos años, producto de su propia transformación. Incendio en el agua es un viaje interior poblado de metáforas, que la autora divide en cinco capítulos, cinco poemas intensos como ella: tierra, selva, cielo, aguas y fuego, cada uno representando una etapa, un estado de espíritu.
Desde el útero acuoso a un ambiente hostil y polvoriento, la difícil ruptura del cordón umbilical representados por la tierra y los primeros pasos inseguros de un espíritu en busca de su libertad , al que por fin alimentará la selva, su propia naturaleza contenida, que la transforma en un ser capaz de pintarse a sí misma y de traspasar espejos, un ser de luz que vuela en un cielo contradictorio, pero que permite a su alma correr como el agua para ir al encuentro de su origen primigenio, armada para la lucha con sus propios monstruos incendiarios, para finalmente abrazarlos gracias al encuentro consigo misma y con el amor.
Claudia se entrega al lector sin artificios, en estas líneas cargadas de calidad poética y humana, invitándolo al proceso de superación imprescindible y transformador de la búsqueda interior. Incendió en el agua está bellamente ilustrado por su compañera de vida y maestra de meditación, Verónica Lis.
Gigia Talarico
Ilustraciones de Verónica Lis.
La poesía además de un género literario es un estado de conciencia, una manera de habitar el mundo y es la mayor obra de los seres humanos. Así lo entiende y vive la poeta Claudia Vaca en su poemario Incendio en el agua. Con este título poético nos deja ver sus versos en elementos y temas de los que hablaban los primeros y eternos filósofos.
El poemario está organizado en Tierra, Selva, Cielo, Aguas y Fuego, cinco poemas extensos hacen una unidad material y espiritual, que alcanzó Claudia en su retiro de meditación de Mooktawan-Tailandia, donde empezó y terminó de escribir el libro. Lo fue editando, en la armonía del diálogo con las ilustraciones de Verónica Lis, maestra de meditación, su compañera de vida.
La poeta expresa en cada poema, un elemento vital, mágico, primigenio, desde el cual se teje la historia su concepción, para ir liberando algunas ataduras pendientes: madre-hija-padre, superando e integrando a la fiera desde el amor y la compasión. Un poemario para quienes buscamos el camino interior. Un poemario que ilumina el sendero hacia la espiritualidad. El poemario de alguien que se encontró a sí misma y en ella a la humanidad.
Homero Carvalho Oliva