¿Qué elegimos en 2025?: La ira como combustible electoral

Las elecciones de 2025 se desarrollan en un escenario donde el enojo, el estrés, la crisis y la desesperación del pueblo se convierten en combustible político. Los candidatos, lejos de proponer salidas serenas y racionales, instrumentalizan esas emociones colectivas para presentarse como redentores o vengadores, canalizando la ira social hacia su propio beneficio. Así, el malestar ciudadano, en lugar de transformarse en reflexión y cambio constructivo, se convierte en materia prima para discursos incendiarios que exacerban la división y profundizan la crisis, atrapando al electorado en un círculo de manipulación emocional.