poÉtica ciudadana

¿Quién inventó a Trump, Evo, Lukashenka, etc.?: esa absurda necesidad de crear ídolos y creer que un mesías presidente resolverá la vida de unos cuantos por otros y la muerte de otros cuantos por unos! ¡no más ídolos!, eso ya lo tenemos claro los de mi generación, esos ídolos y caudillos se están enterrando solos. La poética ciudadana de estos tiempos no los considera opción al momento de decidir.

La poÉtica ciudadana consiste esencialmente en leer desde la entraña misma de la palabra, recuperar el valor-orígen de la lectura, en los actos diarios, en el aula, en las calles, en las conversaciones, a modo de metarelato de lectura, para el ejercicio pleno de la ciudadanía, reseñaré lo siguiente, que está en mi ensayo Ethos lector:

Leer proviene del latín “legere” (acentuando la primera “e”) y de base indoeuropea *leg- que significa “juntar, recolectar”. Emparentado con el griego λέγειν (“légein” – “hablar, decir, relatar”, en griego arcaico de Homero “seleccionar, recolectar, enumerar”) y con la palabra λόγος (“lógos”) con significado de “discurso” pero que luego se extendió para decir “pensamiento”, “argumento”, “relación”, “ciencia” (como en las palabras que terminan en “-logia”). La gente antigua consideraba el “leer” como el “seleccionar palabras y las acciones diarias” en textos o inscripciones para entender lo que dicen, y hacen. Esto hizo que se impusiera la palabra “legere” ( emparentada con “lignum”-“aquello que se recolecta para hacer fuego” que deriva en nuestra palabra “leña”). Lo mismo ocurre por ejemplo en el alemán con la palabra “lesen” que significaba originariamente “seleccionar, juntar” pero luego copiáandose semánticamente al latín la usaron para decir “leer”. En inglés en cambio usan una palabra (“read”) que no está emparentada con la alemana “lesen” sino con otra llamada “raten” que significa “aconsejar” pero también “adivinar”. Los anglosajones la usarían siguiendo su costumbre de “adivinar” o “interpretar datos, imágenes”, aunque luego usarán el alfabeto latino.

La lectura y el liderazgo van de la mano en estos tiempos, los liderazgos de esta generación no tienen que ver con caudillismos,ni endiosamientos, ni con resentimientos clasistas, ni con centralizar el poder en una sola persona,hay otras lógicas de pensamiento y acción, la lectura y el pensamiento descentralizado, autónomo, guiada por la lógica de valorar más el trabajo en equipo, el diálogo autor-lector, y la diversidad de habilidades, lenguas, culturas. Todo ello se ve en el aula cuando sos profe o con tus compañeros cuando sos estudiante,o en tu barrio con tus vecinos.

Los códigos de nuestra generación son multidimensionales,se relacionan desde la horizontalidad y desde el respeto, se ejerce el liderazgo desde la lógica de legere: recolectar las voces, escucharlas, dejarlas decir su episteme, interpretar las necesidades de la ciudad, traducirlas en soluciones, aconsejar y seleccionar los sistemas políticos, económicos, educativos, que mejor respondan a las necesidades de la ciudadanía.

Hay sentido común y de bien común;búsqueda honesta de paz y libertad para todos. Nuestras madres y padres sembraron estos valorescomo un modo de enseñar a cuidar la Democracia y la vida.La revolución de este siglo no es de consignas,ni ideologías; a ellos y a mi no nos la charlan más;porque estamos en paz con nosotros mismos, y queremos escribir-vivir nuestra historia con aire limpio y coraje….y somos mayoría; ahí está la respuesta optimista para Bolivia y el mundo. Estoy con ellos,muchos han sido mis estudiantes, son mis amigos,me he vuelto seguidora de ellos; me han enseñado la lógica del aprendizaje desde las relaciones horizontales entre profe-estudiante como un equipo que hace la clase y logramos juntos aprender de la vida,los libros y las personas con ética y dignidad.

Es tiempo de autoconocimiento, autoaceptación, diálogo, encuentro, fortalecimiento de la voz y la mirada propia (leyendo), sin necesidad de caer en la negación del otro, en el «epistemicidio», es tiempo de tener una mirada prismática, de leer.

Este tiempo demanda por lo tanto una […] lectura como acto poÉtico y político, la cual nos permite encontrar los genes de la humanidad, en cada imaGen está la huella de lo que somos, cada alfabeto, cada lengua es una imaGen que habilita al ser humano para imaginar, contar historias, tener un espesor simbólico, legendario; aunque sea una mitología familiar, algunos recuerdos de la vida del individuo, poder escribirlo, decirlo, para superar la indiferencia de los territorios migrantes, indiferenciados. Con la lectura habitamos los lugares en los que vivimos y construimos nuestra morada interior; la cual al final del camino y de todas las construcciones: carreteras, edificios, casas, puentes, cualesquiera el ser humano invente; sostiene nuestro ser, nos permite en tender (¨tender puentes entre unos y otros¨). Es en este sentido que la lectura es un acto poÉtico, porque nos anima a fabricarnos, recrearnos, fortalecer nuestra identidad como eLectores.(en el capítulo de las crónicas de lectores barriales de Santa Cruz y latinoamérica de mi ensayo Ethos Lector).

Te invito a: amar-meditar-leer-meditar-sonreir-conversar-escuchar-mirar-amar la totalidad y de la vida, te invito a ser la entidad viva que respeta la identidad de cada ser, te invito a dejar caer a esos ídolos en tu imaginario, diluir esos símbolos y empezar por vos mismo, en tu punto cero, caminando junto a la vida de quienes te rodean, con sencillez y respeto, con-vi-viendo.

Sigamos conviviendo con el país y el planeta, sin ídolos, ni mesianismos alcaidescos y gobernaiuntas…con el paso a paso de cada ciudadano, niña, niño, familia, que te hace como sos, como no siempre quisieras ser, pero sos, lo aceptas y así, podes avanzar hacia la utopía que mueve tu vida, seguí hospedando la diversidad del país, seguí compartiendo tus riquezas, tu solidaridad y espíritu libre son tu mayor grandeza.

No diré de tus ser-vicios (de ciudad gobernada ni de tus gobernantes), porque no cuadran aquí, sé que dejarán de ser vicios un día, cuando seamos más los eLectores con disciplina, mirada atenta y perseverancia diaria.