Migrar es mirar, es amar y caminar desde un nivel de conciencia que no está sujeto únicamente al idioma ni a las fronteras de la institución. Migrar es entrar y salir cuando quieras de tu propio cuerpo, de tu mente, del paradigma que te sujeta y ata a un modo de ser-hacer ajeno a vos, migrar es ver lo ajeno en vos, dialogar con ello, migrar es trasmutar paradigmas en un Manto de luciérnagas.

Nace esta breve reflexión después del Primer Encuentro de mujeres migrantes «»Manto de luciérnagas» en Montevideo-Uruguay, del 9 al 12 de Noviembre del 2017, organizado por Eli Rodríguez y Ana Strauss , ambas escritoras y gestoras culturales, hacedoras de arte y vida. Este fue un encuentro para promover el diálogo entre culturas, sensibilidades, historias colectivas contadas desde la memoria afectiva del ciudadano migrante y transmigrante.

Se reunieron durante 4 días mujeres y hombres de distintas latitudes de américa, desde México hasta Chiloé (Chile), pasando por Colombia, Bolivia, Uruguay, Argentina, República Dominicana, Perú, diversos lugares en la geopoesía, geonarrativa, geoepisteme, geosensibilidades confluyendo en las aguas de Piríapolis y Montevideo.

Se realizaron presentaciones de libro, lecturas de poesía, exposiciones de artes visuales, conciertos. Preseté mi novela Diálogos del silencio, quien presentó mi obra con un detallado análisis y crítica literaria, fue el académico Alejandro Gortázar, Dr. en Literatura y docente en la Universidad de la República del Uruguay, entre sus comentarios valoró la poética de mi narrativa, para abordar temáticas delicadas, de frontera, entre las familias, uno mismo como jóven, ser humano que se va haciendo desde lugares a veces cuestionados, sin encontrar respuestas (…), valoró también la coherencia narrativa con lenguaje poético entre mi poemario Como vuelan las mariposas y mi novela Diálogos del silencio, estableció analogías y temas, comparó momentos de la metáfora y la metonimia, se refierió a la didáctica de mi paratextualidad e intertextualidad como recurso para generar el acercamiento a otros autores junto a mis lectores.

El manto de luciérnagas viajó por diversos lugares de Montevideo, y como su naturaleza es el movimiento, el 2018 continuará en Brasil: Belo Horizonte.

 

Seguimos tejiendo y expandiendo nuestro ser con estos espacios para el diálogo.

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